martes, 5 de febrero de 2013

¿De qué te preocupas?

Hace muchos años, un gran amigo, al que tanto quería y del que tanto aprendí, me dijo un día de esos en los que los intensos sentimientos de la adolescencia te hacen creer que el mundo se te viene encina, una frase que quizás habréis oído: "Tiene solución, entonces ¿De qué te preocupas? No tiene solución, entonces ¿Para qué   te preocupas?"

Me hizo pensar mucho, y creo que mi forma de ver las cosas desde entonces cambió. En la vida tenemos que afrontar lo que nos viene. Ante lo que sea que os ocurra, paraos a pensar: ¿Tiene solución? ¿Voy a poder hacer algo para cambiar o solucionar esto que me ha pasado? Si la respuesta es "Sí", entonces se acabaron las preocupaciones, busca esa solución y adelante con ella. Si la respuesta es "No", entonces déjalo pasar. Si no vas a poder hacer nada para cambiarlo, si no está al alcance de tu mano modificar lo que ha pasado, ¿Qué sentido tiene perder días de tu vida preocupado? Sólo estás magnificándolo, convirtiéndolo en un problema, y un montón de días perdidos. Porque al final, las cosas que no tienen solución, sólo podemos afrontarlas, entenderlas y superarlas. No deberíamos desperdiciar ni un solo día más de los necesarios. 

Desde aquella conversación, creo que vivo la vida de otra manera, y recuerdo a mi gran amigo diciéndome aquellas palabras cada vez que se me presenta la ocasión. Quería compartirlo con vosotros. Quizás yo pueda hacer ahora de esa vocecita de la conciencia, cuando tengáis que afrontar algún problema.

Así que, pase lo que pase hoy, recordad: ¿Para qué te preocupas?

1 comentario:

  1. Me preocupa no tener preocupaciones. ¿Tiene solución? ¿No la tiene? ¿Debo despreocuparme? No sé, casi era más feliz cuando me preocupaba de forma despreocupada.
    Un abrazo, y gracias.

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